Hace unas semanas -dos o tres- una amiga de toda la vida me abrió una conversación en el messenger. Estuvimos un rato hablando, ya sabeis, lo típico: ¿que tal? ¿cómo te van las cosas? el trabajo, las parejas, en fin, ya sabéis. Lo normal en estos casos si has perdido el contacto es que se acabe la conversación ahí, ¡pero no! Me comentó que había visto a unas compañeras del colegio y que habían planeado hacer una cena con todas las chicas que fuimos a la misma clase en el colegio.
Me imagino la situación:
- ¿Y tu que estas estudiando?
- Yo magisterio, como mi padre. ¿Y tu Elena?
- Estoy repitiendo bachiller por tercera vez. Voy a estudiar fotografía y comerme los mocos como la mayoría de los artistas. Si esque consigo terminar el instituto, claro.
Es como en las películas, cuando hay reuniones de viejos alumnos del instituto y todo el mundo tiene un trabajo del copón y una vida genial, menos el protagonista que daría lo que fuera por tener al menos un empleo decente y algo de dinero.
Por otra parte nunca me he llevado demasiado bien con la gente de mi clase en el colegio teniendo en cuenta que, por algun motivo, consideraban que no era una persona normal como todo el mundo y merecía que me putearan como nadie ha sido puteado siendo pequeño e inocente. Ya se que los críos son muy crueles y bla, bla, bla, pero no es algo que esté dispuesta simplemente a olvidar solo por que eramos críos.
Ahora mismo desconozco si la cena se está próxima o se ha hecho ya, o si al final se quedó en el aire, pero con todo el respeto a la gente de mi antigua clase que pueda leerme, no iría a esa cena ni con los pies por delante.
la gente puede ser muy cretina. A mi tampoco me gustan ir a esos aconteciomientos sociales.
ResponderEliminarElena, tu no te preocupes, tu a tu ritmo.
Desgraciadamente cai en la trampa de la buena sonrisa y fui, las navidades pasadas. Claro que yo tenía el factor "mi prima estaba en mi clase" que hacía un poco más de presión, pero vamos, que me arrepiento 10,000,000 de veces de haber aceptado. Está claro que a esas reuniones van quienes las han organizado y sus amigos. Y como no estés en su antiguo grupo... Crudo lo llevas. Así que no fue más que una aburrida cena en la que los antiguos y siempre guays se reían de los demás por sus vestimentas, porque "comieran mucho" y demás. Ridículo hasta el extremo. Pero claro, una vez estás ahí no vas a dejar de salir un poco... Pues los acompañas a la discoteca de turno. Observas con tristeza en lo que se han convertido tus "colegas" mientras se pasan los gramitos y se ponen tope ciegos para entrar, y llega el momento de mandarlos a la mierda.
ResponderEliminarQué puto asco. Y cómo no, la típica frase de:
-¿Ya te vas? Bueno, pero lo hemos pasado de puta madre, eh? ¡A ver si hacemos de esto un hábito anual!
-JA! IRos a la puta mierda todos ^^
Hiciste bien en no ir. Te ahorraste mucho odio.
Si es que es verdad; esa gente nunca cambia.
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