Milenario

Creé este blog tanto para contar mis vivencias cotidianas y desconcertantes como para narrar las mas inverosímiles historias. Por un lado quería poder desahogarme literariamente y por otro, dar a entender, tanto con las narraciones reales como con las inventadas, que se puede hacer cualquier cosa simplemente con palabras.

Esta entrada es de las primeras; lo mas cotidiano que haya podido encontrar. Aun así no lo escribiría si no hubiera algo en ese insignificante suceso que mereciera ser al menos mencionado. No me gusta escribir por escribir.

El otro día estaba en el baño peinandome antes de irme a trabajar, básicamente como hago todos los días. Resulta que en mi cuarto de baño hay una repisa que ocupa toda la pared, donde tengo el cepillo que uso cuando me estiro el pelo después de ducharme (además de otras cosas que ahora mismo carecen de importancia). La cosa es que bajé la vista un momento y miré el cepillo que acabo de comentar. Es un cepillo de esos cilindricos con el mango de madera que le cogí a mi madre hace mucho tiempo y que está en mi casa desde que tengo memoria. Seguramente fue eso lo que pensé cuando lo vi, porque dije en voz alta: "Este cepillo debe tener mil años..." Y cual fue mi sorpresa cuando lo volví a mirar y vi escrito en el mango "MILENARIO"
No era algo en lo que me hubiera fijado antes y no supe muy bien si reirme o no. Por supuesto no es algo que me haya quitado el sueño, pero lo he retenido en mi cabeza porque todavia me pregunto hasta que punto existen las casualidades.