18 enero 2010

Cuando se cierra una puerta

se abre una ventana.


Este sábado se presentó con un prometedor e inminente viaje por el que no pude evitar emocionarme. Tan solo un día mas tarde un golpe de realidad se llevó la ilusión que pusimos en él.

Pero aunque todo pasó en muy poco tiempo y la desilusión fue mayúscula, no habríamos pensado nunca que podríamos ir hasta allí si no se nos hubiera presentado esta -al final fallida- oportunidad. De modo que quizás en unos meses nos veamos en un avión hacia Oriente con un plan bastante más meditado de lo que hubiera sido y seguramente con más ilusión de la que pudimos tener hace un par de días.

En resumen, esto no ha sido un "Bye bye Tokyo" sino un "See ya soon" ^__^ Y a menos que las fuerzas de la naturaleza se pongan en nuestra contra, nada va a evitar que Pedro y yo hagamos ese viaje.

1 comentario: