05 diciembre 2009

Mi enemigo




Hace poco, una persona entendida en el tema me explicó como funciona nuestra consciencia. Se puede decir que está dividida en tres partes:

La primera es el consciente, esa parte de nuestra mente que mantiene presente las cosas inmediatas. Yo soy consciente de que ahora mismo estoy escribiendo estupideces en mi blog. Así es como funciona.

La segunda es el subconsciente, que almacena las cosas que nosotros creemos que tienen relevancia. Recuerdos especialmente positivos o negativos y sucesos que nos han ocurrido hace relativamente poco. Ese tipo de cosas, que en cualquier momento nosotros podemos extraer del subconsciente y hacerlo consciente de nuevo. No tengo ni idea de lo que comí antes de ayer, pero si me paro a pensarlo, seguramente lo recuerdo.

La tercera es el inconsciente. Ese gran hijo de puta. En el inconsciente se almacena absolutamente TODO lo que vives, solo que a priori son cosas que no tienen importancia. No es que no sepa lo que estuve haciendo el 15 de Enero del 2006, solo que como no es nada de especial interés, lo he guardado en un rincón de mi mente y por más que quiera, no voy a poder acordarme.
Ahora viene lo gracioso. Uno no puede hacer consciente aquello que está en el inconsciente a menos que sea mediante los sueños o la hipnosis, sin embargo, este nos condiciona en todo cuanto hacemos día a día. Cuando sucede algo que entra en conflicto con un recuerdo, idea, experiencia, reprimida u olvidada (o lo que sea), ese cabrón bombardea tu cabeza hasta que consigue desviar tu mente de ese conflicto, evitando que puedas enfrentarte nunca a él.


Me pregunto por qué cada vez que intento emprender un proyecto acabo dejandolo de lado, no por falta de ganas, sino por que me autoimpongo excusas para no hacerlo. Puede que sea por un miedo inconsciente al fracaso. ¿Quien sabe?.

Ahora que sé que está ahí, le considero un peligroso enemigo.

2 comentarios:

  1. El problema es que no puedes deshacerte de él... actúa desde dentro.

    Aun así iniciar un proyecto con pocas espectativas no es tampoco mala idea.. el fracaso (al no hacerlo) ya lo tienes asegurado, mientras que al iniciarlo ya das la oportunidad a que algo pueda salir bien.

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