Una noche tan fría como esta es impensable cuando vives en el Sur. Cerca del trópico y a ciertas altitudes la nieve no existe, es un espejismo. Tan imposible como que lluevan peces o ver la Aurora Polar. Al lado del mar el frío húmedo se pega en la piel, es una sensación inconfundible. También noto los pequeños copos cayendo y oigo las olas rompiendo con fuerza contra las rocas. Sé donde estoy.
Abro los ojos y te veo sonriéndome. Envuelves tus manos con las mías, me besas en la mejilla y me susurras "vamos" al oido, como si quisieras llevarme al fín del mundo, a conocer lugares recónditos, rescatarme de la monotonía, hacer alguna locura en la que sólo estemos tu y yo.
Abro de nuevo los ojos y veo rosas. Siento tus labios en mi espalda, tu frente apoyada en mi nuca, tus brazos rodeándome. Me doy la vuelta, cierro los ojos y te beso.
Siento un destello y despierto, la luz del sol lo inunda todo. Estás a mi lado, dormido. Escucho las olas. Te doy un beso en la mejilla y envuelvo tus manos con las mías. Te susurro "te quiero" al oido y te despiertas lentamente.
Abro los ojos por última vez, pero veo una pared azul y no estás a mi lado. Me duele la cabeza. Miro a mi alrededor y veo lo de siempre: un zulo de dos metros cuadrados. Estoy en mi litera. Golpeo la pared con el puño y grito "¡JODER!". Me miro los nudillos enrojecidos mientras pienso en el confuso sueño que acabo de tener.
"El romance no existe" musito. "Nada ha sido real ni va a serlo."
Suena el teléfono y contesto. Oigo tu voz al otro lado del teléfono. Te doy respuestas cortas y secas. Estoy enfadada, desconcertada, triste, porque nada de lo que he soñado es real y sé que no va a serlo.
Ains, peores son mis sueños, que me levanto todas las mañanas con ganas de estrangularte por irte con otros.
ResponderEliminarY ya ni hablar de aquel que te conté en el que corría por la pared. Cuando despierto me dan ganas de...
;)
No has entendido nada...
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