13 enero 2010

Romanticidio


Una noche tan fría como esta es impensable cuando vives en el Sur. Cerca del trópico y a ciertas altitudes la nieve no existe, es un espejismo. Tan imposible como que lluevan peces o ver la Aurora Polar. Al lado del mar el frío húmedo se pega en la piel, es una sensación inconfundible. También noto los pequeños copos cayendo y oigo las olas rompiendo con fuerza contra las rocas. Sé donde estoy.

Abro los ojos y te veo sonriéndome. Envuelves tus manos con las mías, me besas en la mejilla y me susurras "vamos" al oido, como si quisieras llevarme al fín del mundo, a conocer lugares recónditos, rescatarme de la monotonía, hacer alguna locura en la que sólo estemos tu y yo.

Abro de nuevo los ojos y veo rosas. Siento tus labios en mi espalda, tu frente apoyada en mi nuca, tus brazos rodeándome. Me doy la vuelta, cierro los ojos y te beso.

Siento un destello y despierto, la luz del sol lo inunda todo. Estás a mi lado, dormido. Escucho las olas. Te doy un beso en la mejilla y envuelvo tus manos con las mías. Te susurro "te quiero" al oido y te despiertas lentamente.

Abro los ojos por última vez, pero veo una pared azul y no estás a mi lado. Me duele la cabeza. Miro a mi alrededor y veo lo de siempre: un zulo de dos metros cuadrados. Estoy en mi litera. Golpeo la pared con el puño y grito "¡JODER!". Me miro los nudillos enrojecidos mientras pienso en el confuso sueño que acabo de tener.

"El romance no existe" musito. "Nada ha sido real ni va a serlo."

Suena el teléfono y contesto. Oigo tu voz al otro lado del teléfono. Te doy respuestas cortas y secas. Estoy enfadada, desconcertada, triste, porque nada de lo que he soñado es real y sé que no va a serlo.

2 comentarios:

  1. Ains, peores son mis sueños, que me levanto todas las mañanas con ganas de estrangularte por irte con otros.

    Y ya ni hablar de aquel que te conté en el que corría por la pared. Cuando despierto me dan ganas de...

    ;)

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